jueves, 1 de agosto de 2024

Azpeitia. No hay billetes, pero con sobra de oros y orejas (a pares)


Hubiera sido mejor terna

José Ramón Márquez


Primera de la feria de San Ignacio. Lleno de ‘No hay billetes’ de entrada. Toros de Loreto Charro, para Morante de la Puebla, Daniel Luque y Juan Ortega.



Toros desmochados de muy poca fuerza. El primero rabioseó lo justito para que Morante no se quisiera arriesgar. Lo mató a la última.

 

El segundo dio a Luque la ocasión de practicar su tauromaquia de la somnolencia, cite en V y sin cruzarse una sola vez. Hizo el numerito de tirar el espadín simulado. Falló a espadas. 


El tercero tenía demasiado ímpetu para Ortega, dentro de su debilidad, quien demostró su perfecta ausencia de técnica lidiadora y de oficio. 


Al cuarto lo recibió el de la Puebla con tres verónicas rematadas por arriba de ésas que a mí me encantan y una de las normales muy buena. El novillo era muy obediente y el torero le compuso una faena a más en la que brilla un molinete de pura inspiración, una tanda final de naturales suaves y de buen trazo y colocación y una buena estocada. 


El quinto era una cucaracha encogida y cornalona con la que Luque repitió sus deplorables argumentos cambiando lo de tirar el espadín por dos circulares invertidos. Faena de mercadillo que remata con estocada rinconera y efectiva. El sexto andaba a cámara lenta causa de su debilidad y Ortega aprovechó eso para simular el desmayo y el temple, sin haber ni temple ni mando, porque el bicho si iba despacio era porque no podía con su alma. No pudo completar el novillo el molinete y lo acabó el torero. Muy pobre impresión la de Ortega, que vive de la elegancia de su planta. 


Morante llevaba un vestido en plata que parecían las minas de Almadén, muy bonito, con chaleco en oro. Ortega de verde y oro, ¿homenaje a Manolete?, con mucho oro. Ambos muy bien vestidos. Luque, de pordiosero total. Tarde muy entretenida y con un tiempo delicioso.



La tauromaquia, como España