Hughes
Abc
Mejor no dejarse llevar, otra vez, por la histeria. Lo que ha dicho Trump lo dijo antes, lo dijo también en 2016: teme un fraude electoral y cree probable que deba pronunciarse la Corte Suprema. Sin embargo, en este punto Trump parece obligado a decir algo que no dicen los demócratas, que mientras tanto trabajan para extender el recuento de votos días después de las elecciones.
En realidad, recurrir contra Trump a la retórica golpista responde más bien a una fantasía de la izquierda americana y sus innumerables altavoces planetarios. Si empezaron hablando de Hitler, no van a detenerse ahora. Mantener la idea de un dictador les sirve también para crear un «marco narrativo» (su fuerte). Preparar un escenario. Decir que Trump se negará a abandonar la Casa Blanca sería la mejor forma, llegado el momento, de echarlo de allí. Biden ya fantaseó (sin escándalo mediático) con la imagen de Trump siendo escoltado por militares, y en los últimos meses se ha preparado la sensibilidad general para que futuras concentraciones, por supuesto pacíficas, ocupen la calle sin contestación.
Pero la realidad es que Trump no desobedece a los jueces ni incumple la ley. Hizo campaña como populista, pero gobernó como un conservador. ¿Por qué seguir con la idea de un tirano? Sacar a Trump del marco de lo legal y razonable les permite salirse a ellos. Así han legitimado, por ejemplo, la violencia callejera. Por eso se contemplan todos los supuestos, hasta el «coup», menos que gane Trump. ¿Lo aceptarán o seguirán adelante con su deslegitimación del colegio electoral?
Trump no ha tenido exactamente oposición sino una mezcla de conspiración y resistencia, y es poco razonable esperar que se detengan ahora o que esa resistencia no decida convertirse en revuelta.
Trump molesta cada vez más. No ha querido bombardear el planeta, no ha desencadenado crisis humanitarias, protege la vida humana a pesar de no dar sermones, cumple y se esfuerza en conservar la Constitución y actúa contra las disolventes teorías críticas sobre la raza. ¡Y todo eso siendo «tonto»! ¡Lo que haría si hubiera leído a nuestros enteraos! Que le odie la izquierda es normal; que lo haga cierta derecha (RINOS, neocons, nevertrumpers y sus réplicas europeas) parece misterioso, aunque no lo es tanto. Explicarlo merecería otra página y ésta termina aquí.