En agosto de 1937, en un mitin en Valencia, Pasionaria soltó una de las barbaridades más grandes que se oyeron en toda la guerra de España: "Más vale matar a cien inocentes que dejar libre a un culpable". Como estas palabras iban dirigidas al POUM, en La Batalla, el portavoz de este partido, le respondieron con un exabrupto que no pasará a la historia como una de las mejores páginas del feminismo de la izquierda. Se titulaba La Pasionaria un sexo loco vuelto lengua:
"La Pasionaria, este sexo loco vuelto lengua, se lanzó en el mitin de Valencia a las estridencias propias de su condición mental y de su lengua. Muchas anormales sexuales han terminado prostitutas; otras han sido elevadas a la categoría de santas; a la Pasionaria la locura del sexo se le ha subido a la lengua y ha sido proclamada 'vedette' oficial del PCE".
Pasionaria tenía muy buena memoria y muy mala leche.