martes, 22 de septiembre de 2015

Los pagafantas



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Ante el posado de Karmele en “Interviú” pidiendo una República catalana y el artículo de superficie del Académico Global en el periódico de Cebrián pidiendo la reconstrucción del Estado, los españoles, que son los pagafantas (¡y nada más que eso!) de la juerga, ni siquiera se preguntan a cuánto les saldrá la broma que les vienen gastando.

Una República catalana está al alcance incluso de Karmele, que no sabrá quién es Camba, pero que ya ha adoptado el desnudismo como solución de sus problemas vestimentarios, y con la mano extendida pide a “Madrit” que adopte la indigencia como remedio de los económicos.

Pero, ¿y el Estado español?

El Estado español (el “Estado de este país”, dice el Académico Global, como dice “gobernanza” y “secesión”, que son cosas que dicen los académicos que se fumaron las clases de griego y de latín del franquismo) no es el Templo de Salomón, que, tratándose de Dios (“dios”, con minúscula, escribiría el Académico Global, siguiendo la gramática de Fray Gerundio de Campazas), podía ser destruido en un pispás, si bien para levantarlo pedía, al menos, tres días.

En realidad, lo que quieren reconstruir no es el Estado, sino la partidocracia, y aquí, como en el tribunal de Jesús, la suerte parece echada: arriba, dos o tres razas elegidas, los Eloi, libres de impuestos, y abajo, el resto, los pagafantas o Morlocks, todo regado con mucha retórica orteguiana y mucho “sentimiento federal”.

¿Qué no dijo Ortega? En el 14, en la Comedia, llamó a reconstruir el Estado; en el 20, en “El Sol”, invitó a un golpe de Estado (“son los militares los que deben imponer silencio y orden en este galimatías político”); y en el 46, en el Ateneo, proclamó la “indecente salud” del Estado.
En cuanto al “sentimiento federal” (¡Dios nos asista!), nos van a petar de artículos de politólogos yanquis bien pagados para que ignoren que, en “El Federalista”, “statalist” significa “federalista”, y “federalist”, “centralista”.

Al tiempo.