"BUSCO MI LINTERNA"
Tal día como hoy, 28 de Octubre, a las dos de la tarde, fue creado Adán, padre de los hombres, o así lo afirma en sus Annales Veteris et Novi Testamenti, el muy ilustre Userio, obispo de Meath, arzobispo de Armagh y canciller mayor de la catedral de San Patricio.
Tal noche como hoy, dos pícaros del sociolismo sevillano prometieron desde un balcón del Palace la reconquista de Gibraltar (sic).
Como si no supiéramos que Diógenes buscaba un hombre hasta que llegó a España. "¿Buscas un hombre?", le preguntaron los españoles. Y el padre de los cínicos, de dar crédito al cuento bergaminesco, respondió allá: "Busco mi linterna."
Oído en la calle de Serrano a una dama rubia, como la de las rarezas del gran Eça de Queiroz:
-Pues si no sale Rato, saco toda la pasta [de Cajamadrid].
Y el Madrid, el equipo monárquico por excelencia, atropellado en la Copa del Rey (4-0) por el Alcorcón. Le queda la solución final del Barça cuando, goleado en el Manzanares, no se presentó en el Camp Nou, con Guardiola, ese ejemplo, de capitán.
Ignacio Ruiz Quintano
Tal día como hoy, 28 de Octubre, a las dos de la tarde, fue creado Adán, padre de los hombres, o así lo afirma en sus Annales Veteris et Novi Testamenti, el muy ilustre Userio, obispo de Meath, arzobispo de Armagh y canciller mayor de la catedral de San Patricio.
Tal noche como hoy, dos pícaros del sociolismo sevillano prometieron desde un balcón del Palace la reconquista de Gibraltar (sic).
Como si no supiéramos que Diógenes buscaba un hombre hasta que llegó a España. "¿Buscas un hombre?", le preguntaron los españoles. Y el padre de los cínicos, de dar crédito al cuento bergaminesco, respondió allá: "Busco mi linterna."
Oído en la calle de Serrano a una dama rubia, como la de las rarezas del gran Eça de Queiroz:
-Pues si no sale Rato, saco toda la pasta [de Cajamadrid].
Y el Madrid, el equipo monárquico por excelencia, atropellado en la Copa del Rey (4-0) por el Alcorcón. Le queda la solución final del Barça cuando, goleado en el Manzanares, no se presentó en el Camp Nou, con Guardiola, ese ejemplo, de capitán.
Ignacio Ruiz Quintano
