Toledo, 30.- En una casa de mala nota de la calle de Cabestreros se presentó un grupo de gitanos con el propósito de entrar; pero se les prohibió la entrada porque en otra ocasión habían producido escándalos. Estos, al ver que se les negaba el paso, rompieron las cadenas que cerraban la puerta, entraron en la casa, destrozaron los muebles y maltrataron a las mujeres.
Por teléfono se pidió auxilio a la Policía y acudió una pareja de servicio en Zocodover. Al llegar los guardias, los gitanos salieron a la puerta de la casa en actitud provocativa. Entonces los agentes les obligaron a levantar los brazos al aire para cachearlos; pero tres de ellos emprendieron la fuga y uno hizo frente a la autoridad. Los guardias, temiendo una agresión, dispararon y entonces el individuo huyó en la misma dirección que los anteriores.
Cuando llegaron a la Comisaría con los detenidos Manuel Vargas Losada, Nicanor Losada y Losada, Jerónimo Montoya Navarro y las mujeres Felisa García Sanz, Esperanza Aceituno Ramos y Sara Dosal Merodio, se recibió un aviso de la casa de Socorro dando cuenta de que allí se había asistido a Antonio Vargas González, de veintiún años, con domicilio en la plaza del Colegio de los Infantes, de una herida gravísima en la región glútea.
Los detenidos declararon que Antonio iba en compañía de ellos y fue herido por el disparo de un guardia de Seguridad.
El herido falleció poco más tarde.
Por teléfono se pidió auxilio a la Policía y acudió una pareja de servicio en Zocodover. Al llegar los guardias, los gitanos salieron a la puerta de la casa en actitud provocativa. Entonces los agentes les obligaron a levantar los brazos al aire para cachearlos; pero tres de ellos emprendieron la fuga y uno hizo frente a la autoridad. Los guardias, temiendo una agresión, dispararon y entonces el individuo huyó en la misma dirección que los anteriores.
Cuando llegaron a la Comisaría con los detenidos Manuel Vargas Losada, Nicanor Losada y Losada, Jerónimo Montoya Navarro y las mujeres Felisa García Sanz, Esperanza Aceituno Ramos y Sara Dosal Merodio, se recibió un aviso de la casa de Socorro dando cuenta de que allí se había asistido a Antonio Vargas González, de veintiún años, con domicilio en la plaza del Colegio de los Infantes, de una herida gravísima en la región glútea.
Los detenidos declararon que Antonio iba en compañía de ellos y fue herido por el disparo de un guardia de Seguridad.
El herido falleció poco más tarde.