libertaddigital.com
Aunque inadvertida para la mayoría, ayer, 5 de octubre de 2009, fue una jornada histórica. Y es que, por primera vez en democracia, un presidente del Gobierno consiguió cometer sesenta y un errores sintácticos, semánticos y estilísticos a lo largo de una sencilla carta de apenas 496 palabras, tal como ha certificado el profesor Arcadi Espada en su blog de El Mundo. Portentoso hito que Cebrián, con sádica maldad, se ha prestado a publicar sin echar mano de algún corrector de estilo. Así, desde la discreción, sin alharacas ni fatuos exhibicionismos, como corresponde a su sobrio carácter castellano, Zapatero ha logrado superar con creces aquel altísimo listón que fijara Augusto Pinochet Ugarte tras declararse lector asiduo de las obras completas de Sócrates.
Por lo demás, el memorable escrito presidencial, titulado con fina ironía Carta abierta a los maestros, presenta serias dificultades para ser traducido al idioma español. Repárese al efecto en el enigmático sintagma que se reproduce a continuación : "[En los años 70] el nacimiento en uno u otro lugar podía ser tan determinante como la familia a la hora de planificar una existencia. Porque los sueños solían ser, para tristeza de muchos, del tamaño de sus precarias posibilidades". Átenme esa mosca por el rabo. ¿Era la precaria calidad de los sueños el factor decisivo de una existencia planificada en los lugares de nacimiento? ¿O, por el contrario, la planificación en sueños precarios de una existencia en los lugares de nacimiento venía determinada por las posibilidades de estos? A saber.
Más hegeliano se revela, sin embargo, en este otro: "Comunidades Autónomas y Administración General del Estado debemos aumentar la inversión [en Educación]". Aquí, el dilema emerge sencillo. O Zapatero, al modo del Rey Sol, ha decidido encarnar en su persona al Estado. O, más modesto, acaba de constituirse en la décimo octava Comunidad Autónoma de España. Sea como fuere, no estaría de más que nos lo aclarara, aunque sólo fuese a título informativo. En fin, el presidente, que como muestra de su respeto a la autoridad de los docentes se dirige a ellos de tú en todo momento, concluye su striptease integral augurando que ha llegado el momento de "un Pacto Educativo". Para la formación de adultos, sin duda.