Valle de Esteban
-¡Pobre Cansinos, desgalichado, viejo, con cara de caballo a cuestas, torcido, con sus miradas estearinosas, antiguo como el Talmud! Le recuerdo, cuando yo era niño; cantando los mismos salmos que ahora con el mismo aristón. Es el último tocador de aristón.
Ramón Gómez de la Serna
Ramón Gómez de la Serna