La cara de Copito de Nieve
Esa cara
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
De repente, con Trump, al columnismo “suaviter” le preocupan “los contrapesos” de la democracia americana (“valga la redundancia”).
Dicen “los contrapesos de la democracia” y parece que hablan de las gemelas (“¡Vaya par de gemelas!) de Lina Morgan.
–Si añadimos la palabra sexo a cualquier texto –nos dijo un día Beatriz Manjón–, seguro que aumentará nuestra comprensión lectora.
Leímos a Tierno por los senos colombinos de Susana Estrada (el mundo-pera en forma de teta de mujer, dijo Colón), y al juez Cubero, por la absolución de las pomas mercuriales de Rita Maestre.
Ante la política, el español se siente tetón, encanto que no rompió ni Bibiana Aído cuando dijo que abortar es como ponerse “teeeetah”.
Por la pasarela de Lina Morgan ha pasado en cosa de cuatro días la flor y nata del Consenso.
Primero, el Pigmalión (y no lo digo por el bar de Mariano y Teo) de la “intelectualidá” del Consenso, que declaró acabada la democracia americana. ¿Por qué? ¿Amenaza Trump con el sistema proporcional, que impide la representación? ¿Impone las listas de partido? ¿La unión de poderes? No. ¿Entonces? Pues que, como buen español, al Pigmalión le sale del níspero pastorear a sus articulistas de fondo por ese camino.
–¡Ríndase Trump, o le echo los intelectuales!
Luego, una vicepresidenta del Gobierno (¡y abogada del Estado!) del Consenso, que declaró en Barcelona: “Si somos generosos y sabemos que el Estado es mucho más que el Gobierno de la Nación (?)…” Y a ver qué jurista nos ata esa mosca por el rabo.
Y, de cierre, una decana del periodismo del Consenso, que declaró en TV que Rex Tillerson carece de currículo.
–¿Por qué preocupa a Fulano una mancha en el honor, si lleva tantas en el traje? –pregunta un personaje de Gómez de la Serna.
¿Por qué los personajes del Consenso se preocupan de pronto por los contrapesos de la democracia americana, si llevan cuarenta años votando listas de partidos del Estado, y con sistema proporcional, en España?