-Yo he nacido para hablar
-Yo no he hecho ningún viaje de turismo
-He viajado mucho en petroleros. Me gustan porque no hay nadie más que la tripulación
-Me gustan las víctimas, ¿usted me comprende?
-No he volcado nunca, y esto me da cierto optimismo
-Soy partidario del regreso
-Si yo conociera a la gente hubiera hecho libros colosales. Lo que pasa es que la gente no dice nunca nada
-Los griegos han hecho cosas tremendas. Ahora no hacen más que hablar. Y engañar a la gente. Son comerciantes. Casi más que los catalanes
-La ironía es la imposibilidad de decir nada
-Me sabe mal tenerlo que decir, pero los hombres no son nunca claros
-Machado y Baroja sí saben español. Baroja es un gran retratista; lo que pasa es que no sabe escribir novelas
-Los editores no han pagado nunca en España
-El gracejo de Galdós yo no lo tengo. Es el gracejo de Madrid. Yo soy de un país en el que el gracejo es escaso. El chiste de aquí no tiene ningún valor y siempre tirando a vulgar
-Unamuno era un avaro espantoso
-Dalí es un comerciante tremendo que trató de hacer una fortuna y la ha hecho
