Martes, 17 de julio. 9 de la noche. Hora de la cena en la cárcel de Picassent (Valencia). Dos presos de ETA se dirigen a un recluso común escayolado y con muletas, que está sentado en el lugar que habitualmente ocupan ellos, y le dan una brutal paliza. La noticia de la agresión ha corrido por las prisiones y entre los comunes circula una consigna: "¡A por los etarras!"