J. B. al baño Marías
(Colección Look de Té)
Jorge Bustos
Vaya por delante que Javier Marías me parece el escritor más sobrevalorado de España.
—Si Javier Marías no sabe escribir, ilumíneme y
dígame quién sí sabe hacerlo en este país, por favor. ¿Tal vez usted?
—se me revuelve, con ese uso tan fulminantemente español del argumento ad hominem, una belicosa pero educada muchacha en Twitter.
—No, mujer, yo no —le respondo—. Para los asuntos de la escritura, vaya a los siglos XIX y XX.
Si lo que uno verdaderamente pretende es formarse en la excelencia
literaria y colocar con justeza sus listones, no debería salir de los
autores muertos durante una inmersión formativa mínima de 10 años,
empezando por Homero, pasando por Dante, siguiendo por Flaubert y terminando por Joyce, con alguna concesión piadosa a epígonos de mérito como Camus o García Márquez,
que está vivo todavía. Ése ha de ser el listón, coño. Y luego, para
entretener las idas al baño, estamos ya los articulistas y los
novelistas de la posmodernidad.
—Este año ya llevo rechazados 35.000 euros en premios —ha declarado sin embargo Marías, y esto, señores, ya es otra cosa. Porque, como sabía Pla y
es precepto de guardar en toda civilización mediterránea, la moneda es
el fundamento de la moral y uno vale exactamente el dinero que esté
dispuesto a perder cuando se presentan a comprarte.