lunes, 8 de febrero de 2010

LUNES, 8 DE FEBRERO


EL CAMERAMAN DE VALDEMORILLO

Ayer fui a Valdemorillo a ver a Curro Díaz -arriba, paseando la oreja-, pero, sentado en la silla 6 de la fila 2 del tendido 4 (veinticinco euros), lo que se veía era lo de abajo: un tío de barba con un camarón grabando la corrida desde un pasillo. El acomodador de gorra de plato carecía de jurisdicción sobre el cameraman.

-Eso lo tiene usted que hablar con don Juan Entero.

Todos hemos oído hablar de Juan y Medio, que cuenta chistes y tiene fama de tacaño, pero ¿Juan Entero?

-El amo de la plaza. ¡No le digo más!

Así se explica que José Tomás huya de la TV como Drácula de los escapularios. Si, como manda el trade marketing de la prensa tomasera, se gasta uno tres mil eurazos en un bolígrafo porque te regalan un boleto para ver al Emo de Galapagar y luego te encuentras en la plaza con un cameraman como el de Valdemorillo, ¿qué pasa?

Ignacio Ruiz Quintano