EL TOMAHAWK DE CRISTIANO
Según el Génesis (II, 19.20), Adán se vio en el trance de inventar nombres para los animales, que es el lío en que andan ahora el As y el Marca, por ver de darle un nombre mediático a los golpes francos de Cristiano Ronaldo, quien, entre varias propuestas, se inclina por tomahawk, cosa que le parece bien al As, porque así vuelan, dice su director, las hachas de los arapahoes. Ya sólo falta que El País se ponga a buscar un nombre para el zapatazo político.
El zapatazo político ha experimentado tantos desarrollos como el tomahawk. Lo inventó Nikita Kruschev en septiembre de 1959 cuando, para reclamar la atención de los delegados, se quitó un zapato y golpeó el pupitre de la Onu. Un periodista iraquí lo transformó en arma arrojadiza contra Bush, para regocijo de todo el periodismo de progreso. Y un kurdo ha hecho otro tanto en Sevilla contra el presidente turco Erdogan, el único amigo de... Zapatero.
Ignacio Ruiz Quintano
Según el Génesis (II, 19.20), Adán se vio en el trance de inventar nombres para los animales, que es el lío en que andan ahora el As y el Marca, por ver de darle un nombre mediático a los golpes francos de Cristiano Ronaldo, quien, entre varias propuestas, se inclina por tomahawk, cosa que le parece bien al As, porque así vuelan, dice su director, las hachas de los arapahoes. Ya sólo falta que El País se ponga a buscar un nombre para el zapatazo político.
El zapatazo político ha experimentado tantos desarrollos como el tomahawk. Lo inventó Nikita Kruschev en septiembre de 1959 cuando, para reclamar la atención de los delegados, se quitó un zapato y golpeó el pupitre de la Onu. Un periodista iraquí lo transformó en arma arrojadiza contra Bush, para regocijo de todo el periodismo de progreso. Y un kurdo ha hecho otro tanto en Sevilla contra el presidente turco Erdogan, el único amigo de... Zapatero.
Ignacio Ruiz Quintano