viernes, 19 de febrero de 2010

EL CARTEL DE BENEFICENCIA, Y PONCE PARA ALGUNA SUSTITUCIÓN

Morante de la Puebla, torero de la nobleza

José Ramón Márquez


Ya tenemos cerrada la Beneficencia. Aún no ha habido una sola corrida en ninguna plaza de primera, pero ya tenemos la Beneficencia. Ya hemos decidido de antemano los triunfadores de San Isidro, que de eso justamente es de lo que se trata, de que la realidad no nos estropee un bonito dibujo.

Vamos a ver. ¿Quién le gusta a la Presidenta? ¿Por quién muere la Presidenta? Por el bello Cayetano, que no es de Ronda. Pues rápidamente pongamos a Cayetano y empecemos a adorar a la santa de las subvenciones por la peana. A ver, ¿quién enloquece a la nobleza? ¿Por quién se pierden el Duque de Gor y la Marquesa de la Vega de Anzo? Por Morante, detenedor del tiempo. Pues pongamos a Morante y asunto terminado, que a personas tan principales y del Consejo taurino no conviene enfadarlas. ¿Alguien más? Pues creo que a Abella también le vuelve loco el de La Puebla. Miel sobre hojuelas, que siempre está bien tener a un intelectual al lado, otro voto para Morante. Nos falta un cinero, que siempre viene bien. Pongamos a Díaz Yanes, que como en su película sacaba a Curro Vázquez cruzando por el Puente de Ventas, pues me imagino que le irá de perlas también lo de que contraten a Cayetano, que no es de Ronda, y a Morante, que es de la Puebla del Río, porque a los dos los lleva el Tío Jindama, y así ya tenemos otro santo y otra peana, que más que de un cartel parece que estamos hablando del escaparate de Palomeque.

Uno que fue empresario de Las Ventas dijo en cierta ocasión, que yo le oí:

-En estas corridas de artistas, siempre hay que poner, además, a uno que la mate, por lo que pueda pasar.

Y por ese principio de la cartelería es como llega Luque al Olimpo de la Beneficencia. No nos engañemos. De Luque pasan por igual la Presidenta, el Duque, la Marquesa, el intelectual y el cinero. Yo pasaría también, lo mismo que ellos, pero como un día su padre me invitó a un cortado, y eso que no tomo café, pues me veo en la obligación de aplaudirle. Al menos declararé en público los sobornos que recibo, para que se sepa.


Cayetano, torero de la Comunidad

CODA:

Hay un chico nuevo por ahí, natural de Valencia y afincado en Jaén, que dicen que no anda mal con los toros, pero que por no sé qué razón no acaba de interesar a la Empresa de Madrid. A lo mejor ni la Presidenta, ni el Duque, ni la Marquesa, ni el intelectual, ni el cinero han oído hablar de él y ésa es la causa de que no se impulse su contratación en Madrid, pues ya vemos que el halago al poderoso es la razón de peso que excita la exquisita sensibilidad de la Empresa. Por si sirve de algo el chico se llama Enrique Ponce y hace un tiempo ya que debutó en Las Ventas con caballos. Igual se podía pensar en él para alguna sustitución, digo yo.


Enrique Ponce en Chiva, 1982
En su vigésimo año de alternativa, es duda para San Isidro