Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Hoy (ayer para el lector), martes y 13 (“Anda, invita tú, que hoy es tu santo y cumpleaños”, dijo en una fecha así Curro Fetén a un gafe), parece buen día para hablar de números a un país cuyo único ideal es vivir de guagua (de “lo público”, vamos), y los números indican que la base de la ruina que tenemos encima no es la lotería, como creían los intelectuales de “El Sol”, sino el sistema electoral de representación proporcional por el cual la responsabilidad política (la de los Eres o la de “la Coviz”) se hace tautológica:
–Basta que sea asumida oralmente por el presidente del gobierno para que se agoten en ese verbalismo todos sus efectos.
El sistema proporcional, que se carga el parlamentarismo liberal, es lo que nuestros liberalios llaman “democracia avanzada”, un invento del venezolano Pío Tamayo, “Pollito Pío”, fundador del partido comunista cubano, que puso en la cárcel una escuela de “idealidad avanzada del comunismo”.
El sistema consiste hoy en que el cuarto partido dirige el gobierno mientras el tercero es proscrito por la España Oficial, copada por el primer partido, que hace de clá del cuarto partido, y el segundo partido, cuyo cometido se reduce a doblar las voces del primer partido y a quitarle el torero al tercer partido, que es Morante, porque el suyo, que es Abellán, tampoco es plan. “¡Que me traigan un torero!”, gritó Casado como si fuera Demi Moore, y le llevaron a Abellán como podían haberle llevado a Encabo.
Para cargarse el sistema proporcional, De Gaulle tuvo que dar un golpe de Estado.
–Le général De Gaulle n’a pas de prédéceseur! –dijo el general a los sindicalistas que acudieron a recordarle los compromisos con sus predecesores.
Los números sonrieron a De Gaulle. Primera Asamblea de la V República, mediante escrutinio mayoritario (democrático): 189 escaños la UNR por 10 escaños comunistas. Mismos votos mediante escrutinio proporcional (oligocrático): 88 escaños comunistas por 82 de la UNR.
España es una balsa de chufas.
