viernes, 30 de octubre de 2020

Ataque con cuchillo

 

Marcando paquete

 Hughes

Abc

Otro atentado islamista en Francia. En teoría ya se puede decir “islamista” porque lo dice Macron, pero aun se observan reticencias. A veces parece la canción de Mcnamara: “Se han encontrado dos señoras muertas en París”. Es un poco así: “Urgente. Ataque con cuchillo en Francia. Muertos. Una decapitada. El presunto habría gritado “Alá es grande” en el interior de una iglesia”.


De todo, lo más curioso es lo del ataque con cuchillo. Se repite siempre. El rasgo característico de esta violencia parece ser ése, el cuchillo. La presencia de un cuchillo. También podríamos atar cabos y pensar que siempre suceden en el interior de iglesias pero irresponsable extraer de eso una conclusión. El presunto podría ser un aficionado al neogótico, no hay que estigmatizar a nadie por el escenario que decide escoger para sus decapitaciones.


Hasta que no se profundice, lo que pasa en Francia será un ataque cuchillista. Es lo único que sabemos, y lo único que tienen en común. Mientras no podamos decir que es islamismo, diremos que es cuchillismo. Porque no es broma lo de la reticencia, Petrus Sánchez emitió esta nota en cuanto se supo lo del ataque cuchillista: “Seguiremos defendiendo la libertad, nuestros valores democráticos (sí, no es broma), la paz y la seguridad de nuestra ciudadanía. Unidos frente al terror y el odio. Mi afecto y solidaridad con las víctimas del ataque perpetrado hoy a las puertas de la iglesia de Notre-Dame en Niza”.
 

Ni una referencia al islam, ni al cristianismo, ni a ninguna organización o idea terrorista (idea es lo que Biden llama a Antifa). ¡Es que ni al cuchillo se refiere! Es un terror blanco, anónimo, sin causa ni objetivo y además lo llama odio.


Ayer mismo, la Fiscalía archivó una denuncia del PSOE contra la tertuliana Cristina Seguí a la que también acusaban de odio. Es una voz crítica, pero ¿hace lo mismo que el-señor-con-cuchillo-que-grita-Alá-es-grande? Se entiende la tibieza de Sánchez con el islamismo, porque nunca se sabe quién puede acabar siendo socio de gobierno, pero… ¿merecen los de Vox, que también cargan con eso del odio, la misma categoría que los del cuchillo?