martes, 14 de agosto de 2018

Intensidad


 Begoña Gómez convierte a sus inmigrantes en líderes carismáticos
 como Millán Astray a sus voluntarios en caballeros legionarios

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Al ministro más “intensito” de Sánchez, Marlasca (grande en lo pequeño, pequeño en lo grande), lo sacaron con otro ministro-okupa, Guirao, en el descanso de la Supercopa de España en Tánger (“¡Tánger, entrada del Estrecho, sirena de la pólvora, cuna blanda y sutil de todas las tentaciones!”) y pidió al partido “más intensidad”, con lo que el culé Chingurri Valverde sacó al araucano Arturo Vidal.
    
¡Marlasca y Guirao en el palco, Suárez y Vidal en el campo”! “Valors!”
   
 Pidiendo intensidad, Marlasca parecía Caparrós con el chaleco de Gareth Southgate, mientras Guirao descubría que la nueva diplomacia se hace “con el fútbol”. Así que, si la Españeta de Sánchez y Rubiales se lleva la Supercopa a Tánger (¡ya tiene el independentismo catalán dónde jugar sus finales españolas!), la Uefa podría llevarse la Champions a Irán. “Business is business”.
    
No parece mal negocio que Sánchez lleve el fútbol a Tánger a cambio de los cinco millones largos de inmigrantes que según el FMI de Soros necesita nuestra Seguridad Social, que ya cuenta, mediante el decreto de asistencia universal, con siete mil millones de clientes. Frente al franquismo, que concibió un sistema reaccionario de cotizantes, el sanchismo propone un sistema progresista de beneficiarios que surtirán la escuela de líderes africanos abierta por su esposa, Begoña Gómez, aficionada al africanismo por “Mogambo”. Lo que Millán Astray hacía con sus voluntarios, convertirlos en caballeros legionarios, lo hace Begoña Gómez con sus inmigrantes, convertirlos en líderes carismáticos.
    
En Europa se hacen cruces de que la España de Sánchez acometa compromisos de deuda con los que no podrían la Francia de Manu Macron ni la Alemania de frau Merkel juntas, pero la prensa alemana lo explica diciendo que Sánchez es “un antiguo profesor de economía” (?), aunque su tesis doctoral permanece oculta en algún lugar del Área 51 de Nevada, y no se espera que Trump levante durante su mandato el secreto del documento.