Valle de Esteban
-Cuando uno lee estas instrucciones que descienden hasta los últimos detalles y se extienden a la construcción de las letrinas, a la recogida de las vainas de los cartuchos y los tapones de corcho, a las fechas en que hay que arreglar la cola a los caballos, cuando uno lee estas diez mil reglas y prescripciones, no puede dejar de sentirse asombrado de la enorme cantidad de energía que aquí se despilfarra.
Ernst Jüng
Ernst Jüng