miércoles, 12 de octubre de 2016

Indigenismo




Hughes
Abc

La bandera wiphala es una forma de celebrar el 12 de octubre a la altura del ayuntamiento de Madrid. Como no puede no celebrarlo, y vivir de espaldas al hecho de que América fue descubierta (lo que sería perfecto, les permitiría estar descubriéndola constantemente), decide colgar una bandera wiphala, que así de primeras, y para el ignorante, parece la entrada a un club gay de música electrónica.

Pero es una forma realmente curiosa. Podían haber colgado todas las banderas del continente. Pero no, también reaccionan contra las repúblicas americanas. Este indigenismo es muy primario. Es una visión naif del continente, pero también muy colonial. Deja traslucir un aire de superioridad. España y los indígenas. Les masacramos. En realidad, ¡celebran la masacre año tras año! No superan eso.
Realmente, esta recurrente alusión al indio a mí, de ser americano, me pondría un poco nervioso. Es una visión esquemática y anterior a toda forma de historia. Y a toda forma de superación. Esta obsesión con reducir América al romanticismo pachamamo me parece casi eurocéntrica. Hasta lo de la bandera es europeo. Es como si se necesitara la perpetuación del estado indígena. ¿Pero por qué no se reconoce el indigenismo de aquí, o solo hay indigenismo americano?

Para no ser puramente testimonial (como el Welcome, refugees), al menos debería ser completado con la adopción municipal del poncho andino.

Estas personas ven la historia morbosamente, como muertos. Bueno, sólo los muertos que quieren. Igual que hay personas incapaces de estudiar medicina al enfrentarse al primer cadáver, estas personas son completamente incompatibles con la historia por pura sensibilidad.

¿Cómo, si no, se puede conmemorar algo que pasó hace 500 años con una bandera de antes de ayer?