Hughes
Abc
Por primera vez en quince años, una viñeta de El Roto me ha hecho reír. Puede que no haya sido certera, pero conmigo ha hecho su trabajo.
No la cuelgo aquí porque es de otro medio y no sé si se puede (¡lo primero el miedo!), pero la conocen: sale Franco rodeado de serpientes (unas serpientes realmente divertidas) y dice: “Ahora me comprendéis, yo también quise evitar nuevas elecciones”.
La retórica del “por España” y del “cualquier cosa antes de Terceras” ha sido tan abnegada que le pegaba. Pero en ese Franco había otra cosa, algo distinto. Realmente, el dibujo aportaba algo a la leyenda, que no era para tanto y en realidad era un pelín burda. Pero por primera vez, un dibujo de El Roto aportaba humor.
Un amigo que quiere mantenerse en el anonimato (“me buscas la ruina”) me dio la clave. Ese Franco se parece al de “Espérame en el cielo”. Es un Franco sonriente, entrañable, picarón. El Roto (fantástica vuelta de tuerca) ha ido más lejos que cualquiera en la derecha y ha conseguido un Franco simpaticón y con gracejo. E incluso ha ido más allá de lo que él piensa logrando un fugacísimo guiño de entendimiento y comprensión entre Franco y las generaciones posteriores. Tabú. Profundo tabú. ¡Su clientela ha tenido obligatoriamente que asentir a Franco, que darle la razón a Franco para reír el chiste!
El antifranquismo exige a Franco, requiere la presencia de Franco. Por dos lectores conozco logros similares. Flaneur Invisible me recuerda una pintada que recogía Carandell: “Frango, gordito”. Miguel Prol añade cómo le llamaba una escritora gallega: “Galleguito lindo”.
El mensaje político de El Roto era el ordinario, pero su dibujo… yo creo que su dibujo se le ha ido de las manos. Es un Franco al que se le puede coger de los carrillos. ¿Puede un antifranquista vocacional, profesional y eterno tener dentro un Franco así de “bonico”? ¡Si Trump a su lado es Belcebú!
Quizás El Roto haya conseguido por fin el protagonista justo de sus viñetas, un Franco “chiquito”, cachondón, muy gallego. ¿Cuántos antes de El Roto han conseguido un Franco con retranca tan justa, tan divertida?
Una cosa me pregunto y me hace desear (algo insólito) descubrir las próximas viñetas de El Roto: y si sólo fuera gracioso hablando a través de Franco y dibujando a Franco. Es como si de tan antifranquista y de tanto traer y llevar a Franco hubiera conseguido un Franco inigualable.
En este sentido, los decapitadores barceloneses han sido más inteligentes porque su franquismo mata y cercena toda posibilidad de enamoramiento. Como los islamistas radicales, su antifranquismo exige decapitación. Por eso la ruptura catalana parece seria, porque ya va más allá…
El caso es que ningún franquista ha conseguido un mejor Franco que El Roto, el Franco bonico. Esos ojillos…