miércoles, 14 de mayo de 2025

La calle Parras y Rafael en la del Trueque

 


Trueque


Trueque



Trueque



Alfonso XII


Francisco Javier Gómez Izquierdo


Esta mañana, tras andar mis terapéuticos kilómetros, me ha encargado mi doña unos "mandaos" por San Lorenzo. Se asomó por la calle Trueque donde está mi patio favorito. El patio al que llevo a todos los que me visitan por estas fechas y donde me siento honrado y orgulloso de contar con la amistad de Rafael, su cuidador. Mis amistades quedan impresionadas por el pozo central en cuyo brocal, Rafael mimaba sus rosas de pitiminí al tiempo que se giraba a la derecha y decía al burgalés, valenciano, toledano... que nos acompañaba "mirad, mirad qué hermosura..." No está Rafael. El muchacho que controla la entrada me dice que no viene. Que como ya no lo cuida -fuera de concurso es propiedad de la entidad encargada de gestionar el festival- le debe dar pena entrar. (Rafael vive al lado de la iglesia, a veinte metros de la calle Trueque). ¿Cómo es posible? ¿Rafael sin entrar a su patio? Vuelvo con un chasco morrocotudo que supongo me aclarará el propio Rafael cuando lo encuentre en la pescadería comprando sus "cañaíllas". Algo ha tenido que pasar.


Los cuidadores cumplen años y los hay que han dejado de concursar y abrir al público sus casas. Echo mucho de menos los extraordinarios y espectaculares patios de la calle Parras -en uno de ellos se crió el poeta Pablo García Baena-. Voy sin el "mapilla" y cuando he visto que en la calle no había los macetones señaladores me he vuelto a quedar descuadrado. ¡¡Sin actividad en la calle Parras y sin Rafael en la del Trueque!! Siento como que algo falta en este mayo del 25. Mañana me acercaré por la Judería y hasta es posible que a San Basilio, barrio preferido de los forasteros que llegan en autobuses. Allí, junto al puente romano, se apean, rodean caminando los Alcázares y ya están en San Basilio, la mayor concentración de patios y los que suelen poner en los telediarios. Los de Parras y Trueque son más para contemplación cordobesa. El cordobita, como servidor, anda asimilando novedades lamentables.