Francisco Javier Gómez Izquierdo
El mundo bético no conoce límites y hace tiempo, cuando Lopera fichó a Denilsson o por ahí, se autoproclamó de otra galaxia y exigió protección como bien de patrimonio universal. El Betis cae bien a todas las aficiones nacionales... menos a la sevillista, claro está, y a los vestidos de verdiblancos se les supone gracia y salero de Despeñaperros "p'arriba" y "musha guasa" del desfiladero "p'abajo". El aficionado bético siempre ha contado con futbolistas geniales a los que trata como si fueran Curro Romero, bético insigne, mientras que al medio estajanovista parece soportarlo por necesidad, pero no reconoce su trabajo como por ejemplo lo haría un abonado del Albacete. El aficionado del Betis esperaba en la final de la Conference a Isco y a Antony, pero sobre todo a Isco, su Curro Romero de este 25. Isco hizo una primera parte excelente, mandón y hasta se permitió lances pintureros, de ésos que enardecen a su incondicional público. Isco luce porque es muy buen futbolista, de un nivel técnico "hors catégorie", ve el desmarque como nadie, es la leche.., pero su lucimiento particular (dejo constancia que lo que pongo es opinión muy personal de simple aficionado con más de cincuenta años viendo fútbol) ralentiza los movimientos de equipos top, tal que el Real Madrid, mientras a clubes como su Betis actual les hace depender en demasía de su inspiración, además de un fondo físico que si se tambalea -ante rival de reconocido prestigio- amenaza derrumbe de todo el equipo.
El Betis, con Isco de general, resultó solvente y poderoso en la primera parte, incluso hasta el minuto 60, cuando Maresca, centrocampista que coincidió con Isco en el Málaga a las órdenes de un Pellegrini que también lo adoptó como ayudante en el West Hamp, sacó a relucir los conocimientos insuflados por el veterano chileno y cambió la cara al equipo dando entrada primero a James, luego a Sancho ¿reserva? y a Palmer le exigió que hiciera lo que Isco: encarar. A Palmer le tiene servidor como inglés soberbio y mal educado tras un episodio de hace unos años con los Sub-21, pero reconozco que es un zurdo también "hors catégorie", como Isco. Patudo, blancuzco y con una cabellera extraña que no se por qué, creo que es como la que gastaba Julio César, anoche demostró que es capaz de decidir no sólo un partido trabado, sino cruzar el Rubicón de la gloria y atreverse con la batalla final de los Campeonatos.
Ganó fácil el Chelsea. Tuvo paciencia y sobre todo físico. No creo que el valor de su plantilla se corresponda con el precio que ha pagado por ella, pero el Chelsea es buen equipo, tiene a mi parecer un entrenador listo. Un entrenador de ésos que saben corregir sobre la marcha; de ésos que no son cerriles con el sistema; de ésos que tienen plan B y que los aficionados "neutrales" reconocemos y aplaudimos.
Lo siento por el Betis, pero no hay nada que objetar al triunfo inglés... Bueno, sí, don Matheu, al que llaman Toño, nos deleitó con una de esas acotaciones indescriptibles intentando demostrar la posibilidad de un penalti por un lance que así lo reconoció un extravagante como él en un partido no hace mucho, por una mano que el ojo humano no puede percibir.

