lunes, 5 de mayo de 2025

A cuatro jornadas del final

Francisco Javier Gómez Izquierdo


  El Cartagena llevaba cuatro partidos ganados en toda la temporada. Está sentenciado desde enero y matemáticamente descendido desde hace varias jornadas. Tendría que ser presa fácil de un Racing de Santander que arrastró cuatrocientos seguidores hasta Cartagonova. Era victoria anunciada que se rubricaría la jornada que viene en El Sardinero ante el Oviedo... Pero hay partidos en Segunda que más que sorpresa causan estupor.


    Pierden los cántabros 1-0 y el Levante consigue el empate pasado el tiempo reglamentario ante el Tenerife, otro casi descendido.


   Levante y Racing son ¿o eran? los que parecía destacaban para matrimoniar con la segunda plaza de ascenso directo, pero ¡¡¡ El Oviedo!!!, al que servidor achaca un fútbol rudo, deslucido y molesto para la vista, se ha postulado para llevarse novia tan preciada como esquiva.


   Al Elche se le va despejando el panorama sin alardes. Cosecha puntos porque, primero, defiende con aplicación; porque Eder Sarabia transmite tensión y conocimientos tácticos, porque la Fortuna -imprescindible factor- le brinda de vez en cuando, como el sábado en El Plantío, uno de ésos árbitros que les da por no ver ni escuchar al VAR cuando éste llama... Y porque Nico Fernández, pelotero de Primera, garantiza una docena.


   El juego del Elche... Y el del Levante, Oviedo y Rácing es la mitad de vistoso que el del Córdoba. Los locutores y analistas no paran de elogiar a los blanquiverdes y a Iván Ania, su entrenador. Todos los de arriba puntuaron en El Arcángel por ese afán atacante del míster además de por ésa insólita vara de medir que traen a la ciudad. Ven goles, ven penaltis a favor del Córdoba. Mantienen cinco minutos la postura. Acuden a la imperiosa llamada del trasto de la banda y siguen viendo lo mismo. El VAR los intimida y acaban por mudar de opinión con despreciable cobardía.


     El Elche sube. Al Elche le pitan árbitros que dicen al VAR que no van... y no van. 


     De todos modos, la novedad que deja estupefacto esta temporada al aficionado son las emocionantes y gloriosas jornadas del Mirandés, al que servidor auguraba primero el descenso y hace quince días que se caía del grupo cabecero. Éso. No tiene uno ni zorra idea.