Los españoles están recurriendo cada vez más a la caza furtiva como medio para subsistir, según el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Es una de las prácticas que más se ha incrementado con la crisis económica. Actúan de noche con infrarrojos y silenciador. Se cobran piezas para consumo diario que no son homologables como trofeos.