martes, 15 de junio de 2010

Mundial 2010. El traje de Maradona


Ignacio Ruiz Quintano

De todo lo que llevamos de Mundial, lo único que no se me va de la cabeza es el traje de Maradona.
Y decía Foxá que el traje agonizaba, yéndosele la imaginación hacia siglos más estéticos: hacia aquel Bizancio, por ejemplo, cuyos ciudadanos, en traje de calle, podían figurar en los esmaltes de los cálices.

Hoy los esmaltes de los cálices son las aperturas de los telediarios y las portadas de los periódicos, y desde el Tony Montana de Brian de Palma no había visto yo a un personaje tan redondo por una caída de traje como este Maradona mundialero vestido como para ir de boda en Titulcia. ¿Y si ese traje fuera toda la materia gris del fútbol?

A su lado, Del Bosque, que en los ratos libres vende por TV bombillas baratas del ministro Sebastián, sólo es un pobre buhonero de "pueblo sin historia", que diría Cioran. Y los Mundiales siempre los gana la historia.