DEL CARÁCTER DE MOU
-Tampoco Jesucristo era simpático.
Eso ha dicho Mou para justificar su propio carácter, y más razón que un santo lleva. Jesucristo no resultaba simpático en el fondo ni en la forma. Los positivistas lógicos, que eran del Chelsea, el club donde Mou los leyó, observaron que Jesucristo era menos cortés que Sócrates con quienes no le escuchaban. "¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo podéis esscapar a la condenación del infierno?", dice Cristo en los Evangelios, para escándalo de Bertrand Russell, a cuyo modo de ver no es ése el mejor tono. Pero todo esto nada tiene que ver con el zopenco del periodismo que en Suráfrica le ha afeado a Kaká su libre creencia en Cristo.
Ignacio Ruiz Quintano
-Tampoco Jesucristo era simpático.
Eso ha dicho Mou para justificar su propio carácter, y más razón que un santo lleva. Jesucristo no resultaba simpático en el fondo ni en la forma. Los positivistas lógicos, que eran del Chelsea, el club donde Mou los leyó, observaron que Jesucristo era menos cortés que Sócrates con quienes no le escuchaban. "¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo podéis esscapar a la condenación del infierno?", dice Cristo en los Evangelios, para escándalo de Bertrand Russell, a cuyo modo de ver no es ése el mejor tono. Pero todo esto nada tiene que ver con el zopenco del periodismo que en Suráfrica le ha afeado a Kaká su libre creencia en Cristo.
Ignacio Ruiz Quintano