martes, 8 de junio de 2010

Mañana salgo para Basilea


Pepe Cerdá

Mañana salgo con mi camioneta llena de cuadros en dirección a Basilea. Inauguro una exposición allí el viernes. Expongo en la Galería Graff & Schelble.

Cuando comencé, hace ya más de veinte años, a cruzar Europa cargado de cuadros en la baca del coche, suponía que los comienzos eran duros, pero que con el tiempo las cosas mejorarían. Ahora sé que las cosas no suelen mejorar, sino, más bien al contrario, suelen empeorar. Por esto he de estar contento de poder seguir haciéndolo, ahora más que nunca, con esta estúpida y previsible crisis en la que nos han metido los no menos previsibles y estúpidos que dicen gobernarnos. Pero no estoy contento. No me apetece hacer mil quinientos kilómetros a contra reloj. No me apetece hacer los papeles de la aduana. No me apetece chapurrear idiomas en la inauguración. Ya no quiero hacer una carrera. Ahora lo que quiero es que me dejen en paz. Pero nunca tendré paz. Soy un autónomo en periodo de crisis. Sobre mi mesa tengo varias multas de tráfico. Por no identificar al conductor me cobran trescientos euros de más. Para identificar al conductor he de rellenar papeles y perder una mañana en la cola de la policia local. No tengo tiempo, he de ir a Basilea. Por esto me embargarán y me cobrarán más recargo. Mi gestor me espera para la declaración de la renta. Soy una doble vaca lechera para el Estado. Lo soy por conductor y por autónomo. Además soy una presa fácil. No tengo ni tiempo ni dinero para defenderme de ellos. Sólo puedo pagar sumisamente lo que les dé la gana que pague. Ellos se inventan las normas. Ellos tienen a los jueces y a la policía. Yo tengo la camioneta que nunca estará en regla.