José Ramón Márquez
Hay que ver qué aluvión. Sin haber acabado aún la Feria del Aniversario y sin que nadie nos haya explicado convincentemente aún qué aniversario se conmemora en dicha Feria. Sin haber dado lugar a July a decir su última palabra, que es la palabra de honor de que él se va a llevar el rabo que había preparado para José Tomás a cambio de las dos importantes faenas que nos tiene preparadas para el sábado, sabadete, a unas fieras de Núñez del Cuvillo. Bien, pues sin ese majestuoso punto final a la Feria Sin Sentido, ya viene el cortejo, la procesión del aquelarre antitaurino con los Choperón, el padre y el hijo, y con el monaguillo Ballesteros, a regar esto de palabras tan hueras como su gestión al frente de la Plaza de Talanqueras del Puente de Ventas.
Lo primero, el padre. Recita su mantra:
-No pienso para nada que haya sido una feria pobre; eso lo pensarán otros, nosotros por nuestra parte hacemos una lectura positiva.
Responde el niño:
-Lógicamente, el balance artístico de la feria es malo. No sólo lo digo yo. Lo dice todo el mundo y es la verdad.
Apostilla el monaguilllo:
-Desde el punto de vista artístico, San Isidro ha tenido poco relieve, a excepción de la gran faena de Rafaelillo, que pudo salir por la puerta grande.
Remata Don Choperón, al estilo de Manolo Morán:
-De los toreros lo que puedo decir es que han estado unos días más acertados que otros, pero el balance es positivo en general.
El nene no le va a la zaga:
-Hombre, hay que hablar de Rafaelillo, sobre todo en la primera actuación, que tuvo un toro que sorprendió.
Y el botafumeiro Ballesteros bufa:
-Desde el punto de vista artístico, San Isidro ha tenido poco realce a excepción de la gran faena de Rafaelillo, que pudo salir por la puerta grande.
¿Y del toro? ¿Qué dice Don Choperón? Pues dice que “de cuarenta corridas de toros es absurdo pensar que todas van a salir buenas, siempre va a haber de todo, como así ha ocurrido. No se puede pretender que todas las corridas salgan buenas”.
El hijo, Choperón Jr., también dice su frase torística:
-Quizá los problemas más gordos, torísticamente hablando, son ganaderías como Palha y Adolfo, de las más esperadas, que fueron un fiasco.
El amable botones Ballesteros también lo tiene claro:
-Luego también ha habido ganaderías que no han respondido a las expectativas, como Martelilla, Parladé, Marqués de Domecq, Juan Pedro Domecq… y al final la gran decepción con la corrida de Adolfo, que no pasó el reconocimiento.
Sobre los toreros, el viejo Choperón es claro y contundente:
-Han estado todas las figuras, a excepción de José Tomás por la cogida de Aguascalientes, de Manzanares por su lesión de espalda y Aparicio por la tremenda cogida que sufrió.
El joven Choperín, con la sangre bullendo en sus venas, se lanza con franqueza:
-Castella ha estado bien. Perera ha estado un poco entre que sí y que no, intermitente, pero ha hecho cosas buenas y ha cortado su oreja. El Cid, qué duda cabe, que empezó mal la feria, pero al final aprovechó su oportunidad y medio lo arregló.
El ujier Ballesteros también opina:
-En cuanto a las figuras, creo que se esperaba mucho más de ellas, y, si hubieran triunfado, igual estábamos hablando de otra feria distinta.
Y rematan cada uno con su particular Cerro de Úbeda, tan felices a su modo porque la causa del antitaurinismo vaya ganando adeptos gracias a ellos, los agentes secretos de Mosterín, cuya misión es acabar con la tauromaquia ellos solitos:
El del padre, preocupado por la crisis:
-Económicamente, no vamos a pedir dinero a nadie.
El del hijo, preocupado por los novilleros:
-Que la novillada [de Moreno Silva] ha sido la más mala que yo he visto en mi vida, pues seguramente.
El del espíritu servil, preocupado pos su puesto de trabajo:
-La Empresa está cumpliendo perfectamente con el Pliego y… aquí paz y después gloria.
Basta por hoy.
Mosterín
(No confundir con Julia Caba Alba)
(No confundir con Julia Caba Alba)