Francisco Javier Gómez Izquierdo
Allá, en la mar salada, he seguido todos los partidos del Mundial, y como sospechaba, el buen fútbol brilla por su ausencia. Los aficionados sabemos que la grandeza del Mundial está en los enfrentamientos a vida o muerte, por lo que pedir alardes a los artistas es tontería vana. Sólo vale ganar... como sea. Es lo que queda para la historia. Los italianos, que acaban de empatar de penalty con Nueva Zelanda, demuestran al que quiera ver que un Mundial se empieza ganando, jugando a no perder. Ver jugar a Italia duele a la vista, pero pasará a octavos. Capello, al que la Gran Bretaña llamó como Don Florentino a Mourinho, para ganar el Mundial, ha contagiado a la cuadrilla de Rooney y Gerrard el espíritu de las legiones romanas: disciplina y muchas barricadas. ¿Qué verá ese Fabio tan del gusto de los sesudos del Marca en Heskey? El modelo ganador del Inter de Milán, como la cizaña de aquel Perfectus Detritus de mis Astérix, ha creado moda y los seleccionadores rodean a sus porteros de nutridas guardias pretorianas que se bastan para espantar los delanteros náufragos que rondan sus guaridas. Así, Antic desquició a Alemania con la ayuda de Undiano, árbitro español que como es tradición siempre se ha de hacer notar en los grandes eventos. ¿Qué decir de una Francia despreciadora de su mejor jugador y más parecida a un enjambre de piratas subvencionados? Argentina, a pesar de Maradona, es hasta hoy la más solvente. Messi es mucho Messi, no sólo por lo que es capaz de hacer sino por el miedo que da, pero la gente de atrás (Samuel, Demichelis, Heinze.. ese portero al que Van Gaal dio prosperidad...) tiene muchas papeletas para dar ese susto que canta México. A Uruguay le sobra casta y tiene a Forlán. A Luis Suárez le noto un mucho ansioso... En Dinamarca me ha gustado mucho Rommedahl, la pareja de baile del charrúa en el Ajax. Brasil es Brasil. La favorita de verdad. La más favorita. Costa de Marfil es mejor equipo que Portugal, y nuestros vecinos sólo pueden salir airosos con un Cristiano sublime. Cristiano, como Messi, es mucho Cristiano, pero Queiroz también es mucho Queiroz... y la anarquía de Deco alguien tiene que corregirla. Camerún hace las maletas por exceso de anarquistas. Ya puse aquí cuatro cosas de Emaná. No me ha quitado la razón... Y... ¿España?
Pues... mandó en el partido, pero le faltó la sangre en los ojos. Esa condición que tienen las auténticas favoritas. ¿De qué vale decir que jugamos bien, si nos volvemos a casa a las primeras de cambio? Del Bosque peca de poco reñidor. De no meter guindillas en el culo a quien se lo merece... y permítaseme la licencia de eliminar a Busquets de la alineación, y ya que no seguimos la moda mouriñesca, vamos a poner un delantero más.
Estamos en una feria de muestras y hasta hoy hemos llamado la atención como si fuéramos pollitos de colores: huero colorido ¿Porqué no nos ponemos el vistoso y orgulloso traje de gallo que la Francia de Domenech ha perdido? Y es que un servidor no deja de ver gallinas...y dos pollos de corral: Brasil y Argentina.....
Allá, en la mar salada, he seguido todos los partidos del Mundial, y como sospechaba, el buen fútbol brilla por su ausencia. Los aficionados sabemos que la grandeza del Mundial está en los enfrentamientos a vida o muerte, por lo que pedir alardes a los artistas es tontería vana. Sólo vale ganar... como sea. Es lo que queda para la historia. Los italianos, que acaban de empatar de penalty con Nueva Zelanda, demuestran al que quiera ver que un Mundial se empieza ganando, jugando a no perder. Ver jugar a Italia duele a la vista, pero pasará a octavos. Capello, al que la Gran Bretaña llamó como Don Florentino a Mourinho, para ganar el Mundial, ha contagiado a la cuadrilla de Rooney y Gerrard el espíritu de las legiones romanas: disciplina y muchas barricadas. ¿Qué verá ese Fabio tan del gusto de los sesudos del Marca en Heskey? El modelo ganador del Inter de Milán, como la cizaña de aquel Perfectus Detritus de mis Astérix, ha creado moda y los seleccionadores rodean a sus porteros de nutridas guardias pretorianas que se bastan para espantar los delanteros náufragos que rondan sus guaridas. Así, Antic desquició a Alemania con la ayuda de Undiano, árbitro español que como es tradición siempre se ha de hacer notar en los grandes eventos. ¿Qué decir de una Francia despreciadora de su mejor jugador y más parecida a un enjambre de piratas subvencionados? Argentina, a pesar de Maradona, es hasta hoy la más solvente. Messi es mucho Messi, no sólo por lo que es capaz de hacer sino por el miedo que da, pero la gente de atrás (Samuel, Demichelis, Heinze.. ese portero al que Van Gaal dio prosperidad...) tiene muchas papeletas para dar ese susto que canta México. A Uruguay le sobra casta y tiene a Forlán. A Luis Suárez le noto un mucho ansioso... En Dinamarca me ha gustado mucho Rommedahl, la pareja de baile del charrúa en el Ajax. Brasil es Brasil. La favorita de verdad. La más favorita. Costa de Marfil es mejor equipo que Portugal, y nuestros vecinos sólo pueden salir airosos con un Cristiano sublime. Cristiano, como Messi, es mucho Cristiano, pero Queiroz también es mucho Queiroz... y la anarquía de Deco alguien tiene que corregirla. Camerún hace las maletas por exceso de anarquistas. Ya puse aquí cuatro cosas de Emaná. No me ha quitado la razón... Y... ¿España?
Pues... mandó en el partido, pero le faltó la sangre en los ojos. Esa condición que tienen las auténticas favoritas. ¿De qué vale decir que jugamos bien, si nos volvemos a casa a las primeras de cambio? Del Bosque peca de poco reñidor. De no meter guindillas en el culo a quien se lo merece... y permítaseme la licencia de eliminar a Busquets de la alineación, y ya que no seguimos la moda mouriñesca, vamos a poner un delantero más.
Estamos en una feria de muestras y hasta hoy hemos llamado la atención como si fuéramos pollitos de colores: huero colorido ¿Porqué no nos ponemos el vistoso y orgulloso traje de gallo que la Francia de Domenech ha perdido? Y es que un servidor no deja de ver gallinas...y dos pollos de corral: Brasil y Argentina.....