SAN BLAS, ABOGADO CONTRA EL MAL DE GARGANTA
A la aficionada Catalina
Yo tenía un chorro de voz, / yo era el amo del falsete... / (ay, laralai...) / por el canto me di cuete / y por fumar me dio la tos / y de aquel chorro de voz / sólo me quedó un chisguete.
Cantaba un titipuchal, / las chamacas me admiraban, / por mis cantos suspiraban / y yo me daba a desear, / pero hoy que quise cantar / los gallos se alborotaban.
Pobre voz que anda al garete / por la parranda y el cuete, / por la parranda y el cuete, / por fumar y por la tos, / cuando quise hacer falsete / sólo sale un vil chisguete / de aquel gran chorro de voz.
Yo tenía un chorro de voz / y me daba mi paquete... / (Yo soy mexicano...) / me admiró Jorge Negrete, / Pedro Vargas y otros dos, / pero del chorro de voz / pero del chorro de voz / sólo me quedó un chisguete.
Anteanoche fui a cantar, / festejaba Casimira, / al primer compás de lira / comenzáronme a gritar: / -El sombrero y la chamarra / del señor, que se retira.
Al que toma y al que canta / se le pudre la garganta / como a mí me dio la tos, / cuando quiero echar falsete / sólo sale un vil chisguete / de aquel gran chorro de voz.
MI CHORRO DE VOZ / CHAVA FLORES
Ignacio Ruiz Quintano