martes, 2 de febrero de 2010

LA DESVERGÜENZA DEL AFEITADO

Cuando los cuernos de tu vecino veas limar...

Juan Miguel Núñez

Agencia Efe

Si el ganadero corta los pitones a los toros, no es ganadero de toros de lidia, es un proveedor sin afición y sin escrúpulos. El que torea toros con los cuernos cortados no es un torero.
GREGORIO CORROCHANO

Es un tema tan viejo como “la Fiesta” misma. La mayor lacra del espectáculo taurino.Despreciable en todas las épocas. Una práctica denunciada a lo largo del tiempo con más o menos insistencia y contundencia, que lamentablemente no pierde vigencia. Es el fraude y la desvergüenza de lo que comúnmente se conoce por “afeitado”, o manipulación fraudulenta de las astas de los toros que se lidian en las plazas.

La gente acude a las corridas de toros atraída por su esencia de emoción, expresada ésta en el arte y el riesgo que conlleva la lidia de un bravo animal. Arte que surge de la destreza e inspiración del torero, y riesgo que es lo que conlleva la posibilidad real de que el hombre pueda ser herido por la fiera.

Pero resulta que no.

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