martes, 9 de febrero de 2010

123 MOTIVOS PARA NO VIAJAR A SEVILLA, DE JORGE MOLINA




"SI LA GIRALDA NO EXISTIERA Y ALGUIEN PRETENDIERA HACERLA,
LO TIRARÍAN AL RÍO"

Alfredo Valenzuela
abcdesevilla.es

Jorge Molina, periodista. Nació en Cumbres Mayores en 1964, vive en Sevilla desde hace 30 años y, tras intentarlo como batería de rock y jugador de baloncesto, siguió el consejo de Mark Twain y se dedicó al periodismo. Ha escrito 123 Motivos para No Viajar a Sevilla (Jirones de azul), guía irónica sobre la ciudad que tendrá continuación con otra sobre Barcelona.



-¿Ha recibido alguna llamada del alcalde?

-No he tenido el honor. Aunque seguro que se reiría con el libro. Es un hombre con sentido del humor.

-Entre sus ambiciones no figura la medalla de la ciudad, ¿verdad?

-Si le digo la verdad, ilusión, ilusión me hubiera hecho salir en la Cabalgata de Reyes de este año como el que iba de Dark Vader, con espada láser y todo. Pero creo que hay que pagar.

-Mire que como alguien relacione el descenso turístico con su guía...

-Sólo las ciudades con nivel como Sevilla llegan a tener libros de esta clase. Las guías sectoriales atraen nuevos turistas y Sevilla tiene pocas. Alguien debería escribir una guía-callejero de apariciones y crímenes. Y otra de flamenco y copla.

-¿Me está diciendo que sería capaz de hacer una guía similar para ciudades como Málaga, Granada o Córdoba, editada, además, en Sevilla? Tiene usted más valor que el Guerra...

-Que vuelva la cordialidad y el buen rollo a las relaciones entre Sevilla y otras capitales es un trabajo duro que alguien tendrá que hacer. No seré yo. Hay mucha ponzoña. Ocurre desde que los periodistas se tomaron en serio a dos colectivos que antes no tenían cancha, los ultras del fútbol y los políticos municipales asilvestrados. Los tres grupos al alimón forman una turba temible.

-Por qué 123 razones «para no viajar a Sevilla», ¿no es amigo de los números redondos?

-El proyecto empezó con 100, pero cuando iba por 147 decidí cortar y dejarlo en una cifra más comercial.

-¿Le ha reportado ya algún disgusto la publicación de su «guía»?

-Sí, nada más leerla impresa hubiera cambiado muchas cosas en cuanto a estilo. Por lo demás, es magnífico comprobar que en esta ciudad hay mucha mayor tolerancia de la que quieren hacer creer algunos para inspirar temor.

-¿Lo suyo es guasa o gracia?

-Humor irónico. La gracia es muy difícil. No doy la talla.

-¿Sevilla está incapacitada para la modernidad?

-Más bien se le engollipa el cambio. ¿Se imagina que no existiera la Giralda y alguien la quisiera construir ahora? Lo tirarían al río.

-Así que le gustan más los bares limpios que los cochambrosos, ¡cualquiera diría que es usted europeo!

-Dígame la verdad ¿de cuánto tiene que ser la moneda que se le cae al suelo del bar para que usted supere melindres y la recoja? Revelo que mi nivel está en medio euro, por 20 céntimos no meto la mano entre las servilletas, colillas y cáscaras de altramuces, todo ello chupado.

-¿Es cierto que Ferrá Adriá comenzó a triunfar al abandonar Sevilla?

-Es cierto. No funcionó el serranito deconstruido ni ponía gratis las olivas.

-¿Qué es más llevadero, un experto en tradiciones o un «neorrancio»?

-Hombre, el neorrancio es más cómico. Los chicos del vídeo «Eso es así» lo clavan. Cuando los vi en «youtube» supe que no estaba solo en la galaxia del sarcasmo de sevillanas maneras, como dicen ellos.

-¿No pertenece a ninguna cofradía?

-No descarto apuntarme a la última que quede por aceptar nazarenas. Será histórico el Cabildo final, cuando los varones se hagan el harakiri rindiéndose así al siglo XXI.

-¿Por qué se llama «Semana Santa» si dura diez días?

-Supongo que se refiere al periodo procesional, porque durar dura todo el año.

-¿La «madrugá» de 2000 demostró que «la cultura de la bulla» es un oxímoron?

-Me encanta esa teoría de la dinámica de masas hispalenses. Alguien de Letras debería hacer al respecto una de esas tesis inútiles.

-¿No cree en la advertencia de García Márquez de que los tunos traen muy mala suerte?

-¡No la conocía! Ciertamente ya es mala suerte que te guste ir vestido de tal guisa por la calle. Las cosas que pensarán sus cuñadas...

-¿Cómo logra el sevillano apariencia de tronío aunque esté boquerón?

-Hay trucos sencillos. Por ejemplo, para beber copas gratis como un señor. Pides una coca-cola, pagas, y a otro camarero le solicitas «más» ron, porque «el cubata me lo han puesto muy flojito».

-¿Por qué viajar, además de caro, es un coñazo?

-Ésta va a reconciliarme con el graderío: ¡Porque como en Sevilla no se está en ningún sitio!



"-¿Es cierto que Ferrá Adriá comenzó a triunfar al abandonar Sevilla?
-Es cierto. No funcionó el serranito deconstruido ni ponía gratis las olivas."