Magnífico regalo, este Mis premios de Thomas Bernhard, el gran fox terrier de pelo duro de la inteligencia europea. Lástima que en España no haya, ni por asomo, nadie parecido a él para agitar la plácida vida lanar de la cultureta.
Mis premios, de Alianza Literaria (2009), vendría a ser la continuación de Conversaciones con Thomas Bernhard, de Anagrama (1991), para redondear la imagen de este espíritu selecto que uno ha de conocer, si no se quiere perder la esperanza. En uno y otro libro, todo es material para el incendio:
-La cháchara de los escritores... es sin duda de lo más repulsivo que cabe imaginar. Pero apesta de forma más apestosa todavía si está subvencionada por el Estado. ¡Lo mismo que, en general, todo el vaho actual de las subvenciones apesta al cielo!
