martes, 19 de enero de 2010

MARTES, 19 DE ENERO


Y de toros, ¿qué?


DISNEYLANDIA PARA GILIPOLLAS

El trade marketing es dinero y el dinero es una lata. Lata, tabarrón, es lo que hay detrás de la murga del mano a mano de Enrique Ponce y José Tomás, que sólo tienen en común una cosa: el fútbol.

El objetivo del trade marketing es mantener el nombre del Señor de los Cuvillos todos los días en los titulares de prensa. Ponce, que conoce el juego, da la impresión de dejarse llevar, porque las migas publicitarias también le caen a él. Ahora el cuento es que el mano a mano sería doble, en Barcelona y en Valencia, dos plazas pintiparadas para que Luis Eduardo Aute anuncie por megafonía al final de los festejos la buena nueva de la Lidia Sin Muerte.

Este tabarrón del mano a mano, donde nadie habla del toro, me recuerda una historia que tiene contada el grande Pepe Cerdá. Exposición en el colegio de arquitectos. Aprovechando los discursos, Pepe se escabulle al bar de enfrente, donde se les une un turista que les habla de Chicago... y de París: de Perrault, de Nouvel, de Ponsampac...

-Y dale que te pego otra vez con la peladina.

Pepe le dice al turista que él ha vivido en París unos años.

-Pero no podía decirle que el París que él suponía no existe ni existió jamás. Que fue una de las mejores operaciones de marketing de todos los tiempos, que sólo existe en el ideario de miles de personas "cultas" repartidas por todo el mundo. Y que sigue existiendo en la medida en que estas personas sigan hablando de la ciudad sin conocerla. Y sólo después de que exista en la fantasía, es la propia ciudad la que se disfraza para no defraudar a los turistas. Es exactamente lo mismo que Disneylandia, pero para mayores.

Una Disneylandia, pero para gilipollas (palabra reverenciada, y con razón, por Cela), es lo que tratan de vendernos con el falso duelo Ponce/Tomás. Y, si siguen los descuideros por ese camino, acabarán empujándonos a todos a las filas del prohibicionismo.

Ignacio Ruiz Quintano