-El eco de los gritos llega hasta mi balcón, en un compás marcado inicialmente con las piernas y acompañado por las gargantas. Faltan menos de dos semanas para el gran desfile que se planea hacer en la Plaza de la Revolución y los vecinos de varios kilómetros a la redonda ya estamos agotados por tantos preparativos. Calles cerradas, policías impidiendo el tráfico y pelotones haciendo estremecer las avenidas y sus aceras, por donde deberían estar circulando ahora autos, gente, cochecitos de bebé...
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