Rácing recién afeitado. El Pepe de Maguregui, Espíldora, alias “El Pistolas”,
aguantó el bigote, porque no había macho que lo afeitara
aguantó el bigote, porque no había macho que lo afeitara
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Mourinho, que podría haber crecido en el mundo de fútbol con una plantilla que cualquier entrenador hubiera soñado, ha convertido el cheque al portador que le regaló Don Florentino en un borratajo de maleante descartándose en el Juzgado.
En el partido de Liga, transformó con su labia de hipnotizar incautos un empate en el Bernabéu como si hubiera salvado Numancia del acoso de Escipión. Conquistar un punto en el Bernabéu es trofeo para el que viene no para el que ya está y es máxima que tienen como verdad los madridistas de siempre. Los que no gritan. Los que ven el fútbol. Los que no lo miran. Mourinho defendió. Con un presupuesto mareante defendió. Con Benzemá, Higuaín, Cristiano, Di María, Kaká, Adebayor... Mourinho defendió. Increíblemente... a la prensa de la capital le pareció bien y mucho mejor pareció la marabunta desquiciada de la primera parte en la final de Copa. El temple de Undiano no está permitido por el Reglamento y es lección que sabe muy bien Mourinho. Llevó a sus jugadores hasta el precipicio y allí los mantuvo dando mandobles, agarrados a la benevolencia del árbitro navarro. Preparó el asunto para ganar en la 1ª parte. No le salió el plan y por arte del demonio se llevó el gato al agua en la prórroga. Cuando menos lo esperaba. Fue su triunfo. Para lo que vino.
Ayer llegaron los primeros 90 minutos de verdad y Mourinho volvió a defender como Osasuna ó aquel Rácing de Maguregui al que no ganaba nadie a base de bigotes. ¿De verdad el madridismo va a ser consentidor de tamaña afrenta? ¿Qué le pasa a Mourinho? ¿Está en el declive de su carrera? ¿Sabe lo que tiene entre manos? ¿Por qué se admite que el Barça tiene mejor plantilla que el Real Madrid, no siendo cierto? El problema de Mou es que parece dar a entender que no es el entrenador del Madrid. Parece un Rodrigo de Vivar al que le encargan combatir sarracenos. Gana él y pierde por culpa de los elementos. El delirio que se le escapó en la rueda de prensa, recordando sus inmaculados triunfos, el contubernio del villarato, el noruego de Stamford Bridge, y la expulsión de Motta, el Pepe del Inter que creció en el Barça, adolecía de olvidos importantes que tiene presente el aficionado que ve el fútbol y vuelvo a repetir.... no sólo mira. Con su Oporto, a Deco le pitaron un penalty de aquella manera. El Inter del año pasado aplaudió a su paisano Benquerença en San Siro con entusiasmo y Bojan marcó un golazo totalmente legal en Barcelona, cuya anulación dio una Copa de Europa al Inter.... y a Mou. “...lo que nos pasa en Chelsea y Milán con el Barça no lo comprendo”, dice el míster del Real Madrid. Habla de su currículum vitae. No habla del equipo que le paga. Como todo pretendiente infla el dossier de sus éxitos, sin darse cuenta de que es el entrenador del Real Madrid, y el Real Madrid no puede salir a empatar a cero en el Bernabéu. Semejante pecado, y es cosa inaudita, no se lo afea el madridismo. Como tampoco le reprochan el total desconocimiento del Reglamento de Fútbol. Hasta tal punto, que sus aduladores, creen que el Reglamento que predica Mourinho ha de ser tenido como Biblia y que ese Pepe inquietante y terrorífico** al que Queiroz colocó de segador en el centro del campo, es el símbolo del Real Madrid. El jugador clave. Yo lo pusimos aquí: para el sistema de Mourinho no vale Özil. NI Kaká. El que vale es Pepe.
_______
Notas del Editor:
*Es obsesiva la preocupación de los barcelonistas por Mourinho y la imagen del Real Madrid
**Expulsado sin tocar a Alves, que es el modelo deportivo a imitar
Mourinho, que podría haber crecido en el mundo de fútbol con una plantilla que cualquier entrenador hubiera soñado, ha convertido el cheque al portador que le regaló Don Florentino en un borratajo de maleante descartándose en el Juzgado.
En el partido de Liga, transformó con su labia de hipnotizar incautos un empate en el Bernabéu como si hubiera salvado Numancia del acoso de Escipión. Conquistar un punto en el Bernabéu es trofeo para el que viene no para el que ya está y es máxima que tienen como verdad los madridistas de siempre. Los que no gritan. Los que ven el fútbol. Los que no lo miran. Mourinho defendió. Con un presupuesto mareante defendió. Con Benzemá, Higuaín, Cristiano, Di María, Kaká, Adebayor... Mourinho defendió. Increíblemente... a la prensa de la capital le pareció bien y mucho mejor pareció la marabunta desquiciada de la primera parte en la final de Copa. El temple de Undiano no está permitido por el Reglamento y es lección que sabe muy bien Mourinho. Llevó a sus jugadores hasta el precipicio y allí los mantuvo dando mandobles, agarrados a la benevolencia del árbitro navarro. Preparó el asunto para ganar en la 1ª parte. No le salió el plan y por arte del demonio se llevó el gato al agua en la prórroga. Cuando menos lo esperaba. Fue su triunfo. Para lo que vino.
Ayer llegaron los primeros 90 minutos de verdad y Mourinho volvió a defender como Osasuna ó aquel Rácing de Maguregui al que no ganaba nadie a base de bigotes. ¿De verdad el madridismo va a ser consentidor de tamaña afrenta? ¿Qué le pasa a Mourinho? ¿Está en el declive de su carrera? ¿Sabe lo que tiene entre manos? ¿Por qué se admite que el Barça tiene mejor plantilla que el Real Madrid, no siendo cierto? El problema de Mou es que parece dar a entender que no es el entrenador del Madrid. Parece un Rodrigo de Vivar al que le encargan combatir sarracenos. Gana él y pierde por culpa de los elementos. El delirio que se le escapó en la rueda de prensa, recordando sus inmaculados triunfos, el contubernio del villarato, el noruego de Stamford Bridge, y la expulsión de Motta, el Pepe del Inter que creció en el Barça, adolecía de olvidos importantes que tiene presente el aficionado que ve el fútbol y vuelvo a repetir.... no sólo mira. Con su Oporto, a Deco le pitaron un penalty de aquella manera. El Inter del año pasado aplaudió a su paisano Benquerença en San Siro con entusiasmo y Bojan marcó un golazo totalmente legal en Barcelona, cuya anulación dio una Copa de Europa al Inter.... y a Mou. “...lo que nos pasa en Chelsea y Milán con el Barça no lo comprendo”, dice el míster del Real Madrid. Habla de su currículum vitae. No habla del equipo que le paga. Como todo pretendiente infla el dossier de sus éxitos, sin darse cuenta de que es el entrenador del Real Madrid, y el Real Madrid no puede salir a empatar a cero en el Bernabéu. Semejante pecado, y es cosa inaudita, no se lo afea el madridismo. Como tampoco le reprochan el total desconocimiento del Reglamento de Fútbol. Hasta tal punto, que sus aduladores, creen que el Reglamento que predica Mourinho ha de ser tenido como Biblia y que ese Pepe inquietante y terrorífico** al que Queiroz colocó de segador en el centro del campo, es el símbolo del Real Madrid. El jugador clave. Yo lo pusimos aquí: para el sistema de Mourinho no vale Özil. NI Kaká. El que vale es Pepe.
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Notas del Editor:
*Es obsesiva la preocupación de los barcelonistas por Mourinho y la imagen del Real Madrid
**Expulsado sin tocar a Alves, que es el modelo deportivo a imitar