Ignacio Ruiz Quintano
Abc
No hay hipérbole en decir que el Barcelona es el estandarte de un régimen para el cual la única subversión, hoy, es ser del Madrid, con su Mourinho y con su Ronaldo: los odian, luego les temen. Y menudo berrinche se ha pillado el régimen porque el Madrid de los diez no se dejó ganar por el Barcelona de los once. Ahora ha trascendido que al final de ese partido Piqué el Salivador decía a los futbolistas del Madrid, entre ellos el togolés Adebayor, al que llaman Manolito: “¡Españolitos, ya os hemos ganado vuestra Liga española, que os den. Ahora os vamos a ganar la Copa de vuestro Rey.” Mientras Casillas, su capitán en el Combinado Autonómico, y el marqués de Del Bosque (el del “salmantino luto”) urden alguna explicación que dé sentido al exacerbado “seny” del novio de Shakira, podemos decir que, ausente Oleguer (“Ulagá”, decía Sauca en TVE), Piqué, intelectualmente equidistante de las lecturas de Guardiola (“Bella del Señor”) y de Messi (“una vez quise leer un libro…”, etcétera), es el portavoz cultural del barcelonismo, fuera de cuya hoguera todo es extranjería. Por el “Marca", que es la única lectura de Rajoy (“Rajoy Eslava”, le dicen los carlistas), nos enteramos de que el himno nacional de la final de esta noche en Valencia se pondrá “a 120 decibelios para acallar los pitos” de los amigos de Piqué...
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Abc
No hay hipérbole en decir que el Barcelona es el estandarte de un régimen para el cual la única subversión, hoy, es ser del Madrid, con su Mourinho y con su Ronaldo: los odian, luego les temen. Y menudo berrinche se ha pillado el régimen porque el Madrid de los diez no se dejó ganar por el Barcelona de los once. Ahora ha trascendido que al final de ese partido Piqué el Salivador decía a los futbolistas del Madrid, entre ellos el togolés Adebayor, al que llaman Manolito: “¡Españolitos, ya os hemos ganado vuestra Liga española, que os den. Ahora os vamos a ganar la Copa de vuestro Rey.” Mientras Casillas, su capitán en el Combinado Autonómico, y el marqués de Del Bosque (el del “salmantino luto”) urden alguna explicación que dé sentido al exacerbado “seny” del novio de Shakira, podemos decir que, ausente Oleguer (“Ulagá”, decía Sauca en TVE), Piqué, intelectualmente equidistante de las lecturas de Guardiola (“Bella del Señor”) y de Messi (“una vez quise leer un libro…”, etcétera), es el portavoz cultural del barcelonismo, fuera de cuya hoguera todo es extranjería. Por el “Marca", que es la única lectura de Rajoy (“Rajoy Eslava”, le dicen los carlistas), nos enteramos de que el himno nacional de la final de esta noche en Valencia se pondrá “a 120 decibelios para acallar los pitos” de los amigos de Piqué...
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