martes, 16 de febrero de 2021

Sobre populismo


“el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Dice Nigel Farage que el populismo está para quedarse, y tratándose de Inglaterra, pueblo libérrimo que corta en banderillas como el mítico “Cazarrata” de Saltillo, a lo mejor tiene razón.
    

“Populismo” es la forma despectiva de designar a “la democracia representativa” (de sistema mayoritario, el que por “vergüenza inglesa” pedía Fraga en el 78), enemiga mortal de la oligarquía de partidos europea (de sistema proporcional, el que por mandato alemán impuso González en el 78), bajo la cual se puede ser demófilo, mas no demócrata. “Un hombre, un voto” es hoy un lema subversivo.
    

La base “filosófica” del populismo son las tres voces de Lincoln en Gettysburg el 19 de noviembre de 1863 sobre la democracia representativa como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, boutade más demagógica que democrática, y que nada significa, aunque sirvió para marcar popularmente las diferencias entre la “democracia representativa” de la Constitución americana (“la obra más maravillosa lograda por la inteligencia y la voluntad de los hombres”, al decir de Gladstone) y el rastacuerismo parlamentario europeo.
    

Los tres principios de la democracia representativa (representativo en la sociedad, electivo en el gobierno y divisorio del poder en el Estado) no se compadecen con las tres voces de Lincoln, maravillosamente estudiadas, una a una y en su alcance literario, por nuestro Santayana, demófilo de una elegancia suprema.
    

Para el oligarca el pueblo es una hez a la que echar de comer como a los chanchos, pero al demófilo lo sigue inquietando el problema, aún sin resolver, planteado por el atrabiliario abate Sieyes: “¿Quién es el pueblo?”
    

Para el fundador de la ciencia constitucional, el pueblo es una “unidad política” (¡justo la que aquí estorba!), es decir, un sujeto capaz de decisión, “específicamente capaz de la decisión política que distingue al amigo del enemigo”.


    Sin tetas no hay paraíso: el populismo es lujo de pueblos que eludieron el Estado absoluto.
 

[Martes, 9 de Febrero]