miércoles, 10 de febrero de 2021

El "coliving"


Gunnar Myrdal

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    La pobreza se les va de las manos y los ricos de Davos no saben qué hacer con tanto pobre suelto. 

Todo apunta al “Estado del futuro”, descrito, en los 60, por el sueco Myrdal, Nobel de Economía: Estado mundial, planificación universal y pan y circo (pero con más circo que pan… o tofu), sin más concesiones a la terneza que el beso de buenas noches de Melinda, señora de Gates, cuyas franquicias en Europa serían Brigitte, señora de Macron, y Begoña, señora de Sánchez.
    

“L’esprit du bien-être” de Tocqueville, y esto lo tiene dicho Dalmacio Negro, tenía que dar lugar a la tecnocracia, que elude la decisión de la política (“neutralizando la politicidad de lo Político”): esas alfombras que vende Casado con sus apuntes de Icade.
    

Tocqueville nos trae de América la democracia ideológica (error de confundir la democracia política con la democracia social), y de Inglaterra, las observaciones más lúcidas del Estado de Bienestar. “El único país europeo que ha sistematizado y aplicado a gran escala las teorías de la caridad pública es Inglaterra”, anota en su “Memoria sobre el pauperismo”.
    

–Toda medida que funda la caridad legal sobre una base permanente y que le da una forma administrativa crea una clase ociosa y perezosa que vive a costa de la clase trabajadora. Esta caridad legal ejerce una influencia no menos funesta sobre la libertad del pobre que sobre su moralidad.
    

Desde luego, no es la libertad, sino la moralidad del pobre lo que tiene sin pegar ojo al vendedor de ordenadores Bill Gates. Hace apenas cinco años, Rivera, que siempre tuvo más cara de comercial de Windows que de Apple, quería prohibir la pernocta de más de dos personas por habitación porque, decía, semejante promiscuidad le quita a cualquiera su condición de ciudadano (no aclaraba si de la ciudad o del partido). Hoy, con el PIB en caída libre, los Manolos del Bombo de Soros ofrecen a los pobres el último grito de Silicon Valley, el “Coliving”, es decir el pupilaje galdosiano de toda la vida. A disfrutarlo.

[Miércoles, 3 de Febrero]