DOMINGO, 21 DE ABRIL
Dijo Jesús:
-Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para simpre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno.
Juan 10, 27-30