jueves, 25 de abril de 2013

Lo del Madrid en Dortmund

Un zumbido enloquecedor


Francisco Javier Gómez Izquierdo
 
Un alud inesperado. Un tsunami impredecible. Un zumbido enloquecedor. Como once vacas a las que de repente les picara la mosca. Los jugadores del Borussia arrasaron con fortaleza de dioses sin misericordia, porque se sienten arropados por unos hinchas condenados a no desfallecer. Después de ver ese eterno aliento , imagino que colchoneros y béticos no volverán a presumir de ser la mejor afición del mundo. Ese avispero marca muchos goles y hace de cargador de pilas de unos futbolistas que como su público se muestran inasequibles al desaliento.

     Aquí habíamos puesto que el Borussia era un bombón envenenado... pero no creía uno que tanto. Imagino que ya aburro con la importancia de los Chavis, pero los alemanes, prácticos y razonadores , tienen la  misma opinión que un servidor y tanto Heynckess como ese Klopp más analítico que cínico,  se aplicaron a la tarea de buscarles “un hombre sombra”. Los entrenadores, en este caso Mourinho, es lógico que prevean el movimiento táctico de su rival y actúen en consecuencia, pero la noche quebró  lucidez y Modric no resultó ser el otro hombre. Özil vivió ausente en la banda y cuando se le requirió donde debe se mostró como suele en los partidos de compromiso. Está bien derramar perfume ante el Betis -y ya sé que un día lo bordó en Barcelona- pero sería de agradecer que aromara con simple colonia las noches de ataviarse con galas. No es discutible la descomunal calidad técnica de Mesut, ni su visión de juego, ni su elegancia, ni sus muchas virtudes. Lo que es constatable, y es cosa que vengo apuntando desde antes que fichara por el Real Madrid es su falta de liderazgo. Sus desesperantes ausencias. El no dar el puñetazo en la mesa que corresponde a los privilegiados como él  y que madridistas y alemanes aguardan para una semifinal o final  de las que le esperan.

    No es verdad que el Borussia sea mejor equipo que el Madrid. El Borussia sólo es superior a casi todos los clubs europeos, y no es poco, en el aprovechamiento de los recursos humanos. Un año más, se le irán los mejores futbolistas. Fichará desconocidos que alcanzarán celebridad y otra vez a empezar.
      Los partidos se preparan durante cinco, diez, quince días en los campos de entrenamiento y además de preparar lanzamientos de faltas, coberturas, marcajes, etc. es muy importante entrenar la excitación. Un componente, éste, que tiene su libro de instrucciones y unos encargados de subir o bajar el nivel. Un buen control de la excitación garantiza resultados. El mal control lleva al desbarajuste emocional.
     Es cierto que se puede remontar, pero también es cierto que Götze, Reüs, Gundogan y Lewandosky -a pesar del engaño a Pepe sigo pensando que tiene más nombre que calidad- te montan un contraataque en un pispás. A Xabi le volverán a aburrir en el Bernabéu, pero si Özil dijera “aquí estoy yo”...