LA ARGENTINITA
-Y un día, lejos de su país (no de su patria, que lo era ya el mundo, españolizado por ella), Encarnación, la Argentinita, semejante al divino titiritero de Banville, saltó en el aire sobre los rascacielos de Nueva York, y desde allí, en un penúltimo volatín, fue a perderse entre las estrellas...
LA ARGENTINITA, 1946 /MANUEL MACHADO
EL PERIÓDICO DEL SIGLO
EDICIONES LUCA DE TENA, 2003
Ignacio Ruiz Quintano