No son unos okupas al uso, porque al menos han tenido el detalle de buzonear entre los que ahora son sus vecinos una escueta carta en la que les advierten de su estancia... Informan de que se han visto «en la necesidad de buscar un techo, debido a la crisis». «Nuestra historia no es muy diferente a la de muchas familias que, debido al paro, los desahucios y la situación económica actual se encuentra sin recursos», señalan. Y comunican su pretensión de «buscar una convivencia cordial con la vecindad y colaborar en su buen funcionamiento».
En la puerta de entrada han colocado una hoja en la que se ponen más serios. Se trata de una «advertencia legal» que recuerda a los propietarios del inmueble, vecinos y fuerzas policiales la inviolabilidad del domicilio excepto que medie una orden judicial. Cualquier entrada a la vivienda «sería denunciada por constituir un delito de allanamiento de morada», afirman.
Cuando llegaron allí estaba infestado de cucarachas y no había ni luz ni agua corriente. Cuando abrieron la llave de paso, ocasionaron una inundación en el negocio situado en los bajos, la Correduría de Seguros de Antonio Camarero.
En la carta que hay pegada en la puerta de ‘su’ casa señalan que no tienen intención de marcharse. «Es nuestro domicilio, al menos provisionalmente», dicen. Y advierten también de que el agua es un bien de primera necesidad, «cortarlo supone un delito contra los derechos básicos».