Delante de este muro, los hombres más ilustres de este tiempo han pronunciado discursos memorables. Desde allí, gritando al Este, dijo Kennedy aquello de "Ich bin ein Berliner", y mucho más recientemente Reagan rogó a Gorbachov: "Por favor, señor Gorbachov, derribe ese muro". Era, pues, como eso: como hablar a una pared.
Manuel Blanco Tobío