Oye, ¿sabes qué me han dicho? ¿Que nos tienes tanto afecto, lo mismo a Cañabate como a mí (Camba), que nos vas a dejar en el testamento cien mil pesetas a cada uno? Te voy a proponer un negocio que nos viene bien a ti y a mí. Me das en el acto cincuenta mil y te perdono las otras cincuenta.
Sebastián Miranda