Ya tenemos separación en origen de residuos
¡Ahora, por la separación en origen de poderes!
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Quien en España (¡y en Europa!) quiera saber qué es el Estado, que abra el Boe del 30 de diciembre último: en un solo día, miles de órdenes ministeriales expuestas, como bacalaos, en el secadero estatal para pasto de los millones de covachuelistas del Estado.
Felipe II presumía de mantener la paz de España con veinte inquisidores, pero su séquito permanente era de mil quinientos funcionarios asalariados (músicos, la décima parte), y Geoffrey Parker menciona a un cortesano que ya hacia 1590 estimó que el Rey había escrito suficientes cartas y documentos en su vida “para cargar cuatro mulas”. ¡Las mulas del Boe!
En España nunca ha legislado la Nación, sino el Estado: por eso, en vez de Boletín Oficial de la Nación, tenemos Boletín Oficial del Estado. “Unidad de poder y coordinación de funciones”, decían los politólogos de El Pardo, y ahora el Joven Marías, con son de consejero nacional del Movimiento, confunde coordinación de funciones con separación de poderes, visible ésta, según él, únicamente… ¡en Europa!
Si pudiéramos resumirle gráficamente a Montesquieu, le diríamos que donde hay Banco Azul, no hay separación de poderes.
–Los españoles hemos aprendido el valor del Estado, la función insustituible del Estado, en cuyo poder deben participar todos los ciudadanos –decía Suárez en las Cortes al presentar, como jefe del Movimiento, en junio del 76, el asociacionismo político, justo antes de lo otro.
Lo otro sería lo que el Viejo Marías, que era el sabio, resumió así: “No hubo en 1976 ni reforma ni ruptura; hubo algo nuevo, inesperado, imprevisible, de tal originalidad que de momento no encuentro ningún ejemplo análogo de circunstancias parecidas en la época contemporánea”.
El Joven Marías cree haberlo encontrado en la UE de frau Merkel.
En Madrid, una comunista, Inés Sabanés, ha inventado el cubo marrón para la “separación en origen de residuos”. Ya sólo falta que un liberal invente un cubo índigo para la “separación ¡en origen! de poderes”.