En Taiwán, por mucho que hemos recorrido calles, no ha sido posible encontrar grafitis. Los comercios y las vallas permanecen impolutos/ajenas a la realidad artística cutre de ciertas ciudades occidentales como Madrid, faro de la modernidad y del progresismo, con sus bicis y motos en aceras orinadas, plazas vacuas, diseños urbanos Siza, fumadores a la puerta de los bares y paradigma de la soez y sucia pintada, en toda pared, rincón y resquicio. ¿Será que en Oriente no se entiende el concepto ‘grafitero gallardoniano’ de cultura?"
Sin pintada madrileña, queda aséptico.