ABC
Aspecto que en la tarde del 15 de Marzo de 1913 ofrecía la calle de Caballero de Gracia,
donde se hallaba el despacho de abonos para los toros.
Aspecto que en la tarde del 15 de Marzo de 1913 ofrecía la calle de Caballero de Gracia,
donde se hallaba el despacho de abonos para los toros.
José Ramón Márquez
Estaba ahora mirando en “Toro, torero y afición” unas fotos muy oportunas que han dado. En una de ellas se ve un primer plano de un toro (?), por decir algo, con una carita de tonto que da pena, con el pitoncito tan astillado como afeitado, un asco, vamos. Y debajo han puesto otra foto de un recortador de esos de las fiestas populares haciéndole un quiebro a un toro en puntas, astifino y con una cara de listo que tira para atrás. El mundo al revés.
Bueno, pues como eso me gustaba, me he metido a ver los comentarios que pone la gente y ahí me encuentro con uno que dice -y parece que no viene a cuenta de lo que hablábamos, pero sí- que él no se va a sacar más que el abono de San Isidro. Que por él, ni miniferia, ni aniversario (¿aniversario de qué?), ni beneficencia, ni prensa. Sólo lo justo para no perder los derechos de abonado. Y luego, más abajo, otro igual.
Y la verdad es que, a poco que lo pienses una miaja, hay que darles la razón a esos anónimos, porque el mejor homenaje que se puede hacer a ‘el mejor San Isidro’ de los Choperón es, simplemente, no comprarles los boletos y no meterles los leuros en el bolsillo a los empresarios que los han perpetrado.
Luego aparece Florencio a decirme que él, de su abono de la grada, no se va a sacar más que lo que le obliguen para no perder los derechos de abonado. Entonces ya veo que aquí se está produciendo una auténtica rebelión cívica contra estos gandules, estas cigarras, que viven de un abono cautivo que les dejó montado desde hace treinta años un gran empresario que se llamó Manuel Martínez Flamarique, Chopera, que cogió la plaza de Las Ventas como un solar y la entregó (¡Fuera Chopera!, gritaban los del 7 y los de la andanada del 8) como una máquina de generar pasta.
Lo suyo, perfeccionando el argumento, sería además no sacar ni siquiera San Isidro, pero la verdad es que no me apetece perder el abono, más que nada por la compañía, que bien es verdad que luego no volvemos a esa localidad en toda la temporada. En realidad creo que este año, salvo en lo obligatorio, no creo que vaya a haber problemas para conseguir entradas en la taquilla, y si no, ahí está la temporada entera para saciar la sed.
Me sumo, pues, a la propuesta y no voy a comprar más que lo obligatorio. Gracias por la idea.