martes, 12 de abril de 2011

"González y Guerra convirtieron a España en una dictadura blanca"



Abogado


Alfredo Valenzuela




Abogado y escritor catalán, con su libro «El circo de los corruptos» (Flor del Viento Ediciones) ha cerrado la trilogía que inició con «El circo de la justicia» y «El circo de la política», recordando que para Azaña la política debía ser el estadio más elevado de la cultura.


-¿Sabría decirme, como jurista, qué tal anda de salud Montesquieu?


A Montesquieu lo asesinó Felipe González cuando anuló el articulo 66 de la Constitución y se cargó de un plumazo los principios que garantizaban el ejercicio democrático. En una palabra, puso al Ejecutivo por encima del poder judicial.


—Pues al último que lo enterró acaban de hacerlo Hijo Predilecto de Andalucía...


Guerra no hizo más que aprovecharse de los privilegios concedidos al Ejecutivo por parte de González. Es decir, ambos convirtieron España en una dictadura blanca, anulando la independencia de los tres poderes. Por ello no puedo compartir la opinión de Mar Moreno de que Guerra fue una figura de primer nivel, porque si bien es cierto que desempeñó un papel protagonista lo hizo en fraude de ley.


—Pues en su libro me ha parecido condescendiente con Guerra y González…


Reitero que no elegimos ni a nuestros padres ni a nuestros hermanos. Dudo mucho que Guerra fuese cómplice de las patochadas que cometieron sus familiares utilizando su nombre. En cuanto a Felipe y sobre si era o no el Señor X, me he abstenido de inculparle, aunque sin duda alguna, es responsable de aquellas atrocidades en aplicación del principio jurídico «culpa in vigilando».


—¿La corrupción política en España es «a destajo»?


No todos los políticos son corruptos, ni todos los jueces son corruptos, de ser así debiéramos acatar el dicho popular de «apaga y vámonos». Lo que sí es a destajo es la falta de conciencia popular respecto a la corrupción. En muchos casos la justifican con la socorrida frase de «yo hubiese hecho lo mismo». El dinero defraudado pertenece al pueblo y, en plena crisis, hubiera servido para subsidios, escuelas, hospitales,...


—Cuando Zapatero dijo que en España ya habíamos sobrepasado a Italia no se refería a eso, ¿no?


Espero que no se refiera a las orgías y abusos de menores que al parecer ha venido practicando Berlusconi.


—¿Cuando un político recurre al argumento de «y tú más» es que ya está acabado?


Sin duda alguna, aunque el político en cuestión ya estaba acabado desde el momento en que inició sus prácticas corruptas, porque si algo es opuesto a la política —el estadio mas elevado de la cultura según Azaña— es la corrupción.


—¿Cuando un periodista no informa de un caso de corrupción porque afecta al partido próximo a su línea editorial, también se corrompe, aunque no cobre por ello?


Indudablemente. La mayoría de las empresas de prensa están determinadas por subvenciones y otras prebendas millonarias por parte de la Administración, y eso hace que no exista, con raras excepciones, una prensa objetiva en nuestro país.


—¿Todo corrupto es un hortera?


No, los hay de toda condición, como en botica.


—¿El colmo de la corrupción en España fue que el jefe de la Guardia Civil fuese Luis Roldán?


Podría serlo por lo que tiene de humor negro.


—¿Conoce a mucha gente que haya falsificado el currículo, como él?


A niveles muy inferiores he conocido a algunos. Pero sus mentiras no han prosperado porque los que tenían que leer los currículos no eran políticos, que no leen.


—¿Qué le parece cómo ha acabado el que pronunció la frase «Míreme a los ojos, señor Rubio»?


Es lamentable que al cabo de un tiempo Moltó fuese imputado por hechos similares a los de Mariano Rubio. Pero «Spain is different».


—¿Qué le sugiere un aeropuerto sin aviones, como el de Ciudad Real?


En Cataluña decimos que no hay nada mas triste que un jardín sin flores.


—Cuando uno cree en la lucha de clases y se hace rico, como José Bono, ¿es porque quiere ganar esa lucha?


Eso sería así si Bono hubiera conseguido que todos los parias de la Tierra se hubieran enriquecido como él.


—Como autor de «El circo de justicia», qué le parece la frase de su paisano Josep Pla «los grandes males de este país se deben a sus abogados»?


Le voy a decir otra en catalán por su fácil comprensión: «Advocats i procuradors a l'infern de dos en dos». Confieso que los abogados honestos que conozco suman los dedos de mis dos manos.


—¿Y la maldición «Pleitos tengas y los ganes»?


A mis clientes les digo: «No vayas nunca andando al hospital ni al juzgado. Sólo debes acudir allí en camilla o esposado, cuando no tengas otro remedio».


—Sé de un cierto jurista sevillano que fue invitado preferente de Gadafi. ¿Qué le aconsejaría?


Que se tome un período de vacaciones en el Caribe.


—Su libro comienza con Cándido Conde Pumpido. ¿Nunca un nombre de pila hizo tanta justicia?


Yo en su lugar me hubiese cambiado el nombre.